La tercera marcha minera que ha recorrido Madrid en menos de 24 horas ha derivado en enfrentamientos con la policía. En torno a las diez de la noche, la policía ha empezado a cargar contra algunos centenares de manifestantes que se habían quedado en Sol al finalizar la marcha que comenzó a las 19.30 en Atocha. Los manifestantes corrían por la calle Preciados, donde se podían ver tres barricadas ardiendo, perseguidos por los agentes antidisturbios, que han lanzado pelotas de goma al aire.
Al enterarse de las cargas, centenares de personas han regresado a Sol, donde se encontraba tocando la Orquesta Solfónica. Hasta el momento hay nueve detenidos, según la delegación del Gobierno. Aunque no especifican cuántos son de esta manifestación y cuántos de un intento de acceso al Congreso de los Diputados producido sobre la misma hora.
La marcha, encabezada por cuatro mineros con sus cascos tras más de 15.000 personas, comenzó a las 19.30 de la tarde. Protestaban también contra los recortes, con una indignación acrecentada por las nuevas medidas anunciadas hoy por el Gobierno. La protesta ha discurrido desde Atocha hasta Sol, rodeada en todo momento por cientos de policías antidisturbios. Los convocantes, un grupo de colectivos independientes, han explicado que querían dar la oportunidad de solidarizarse con los trabajadores de la mina a quienes no han podido estar esta mañana y han criticado las cargas policiales que se han producido en la misma y que han dejado ocho detenidos y 76 heridos leves.
“Esto es una iniciativa de la plataforma Hay que pararles los pies, en la que participan sindicatos como Co.bas, y otras organizaciones, como el PCPE, pero también estuvimos anoche y esta mañana con ellos”, explica Antonio Rodríguez, miembro de Co.bas, con la voz que le queda tras desgañitarse durante casi tres horas con los lemas de la marcha. Los ya clásicos referidos a los trabajadores de la mina, como Madrid obrero apoya a los mineros –que podía leerse en la pancarta de la cabecera-, se han fundido con otros en contra de los recortes y llamando a la huelga general. “Si esto no se arregla, guerra, guerra y guerra” y “si esto no se apaña, caña, caña, caña” han sido dos de los más exitosos.
Segundo Menéndez, de 49 años y procedente de Cangas de Narcea (Asturias), ha sido uno de los mineros que han encabezado la protesta. “No he estado en la marcha negra, sino en las movilizaciones de Asturias, y ayer vinimos para sumarnos a las manifestaciones de aquí en Madrid. Mañana ya nos marchamos, porque los cuerpos están tocados”, comenta. Menéndez, sin embargo, se muestra preocupado por la complicada resolución del conflicto: “Creo que hay mucha rabia y la gente está esperando a que alguien dé el primer paso para hacer algo más”, advierte.
En la protesta se han visto varias banderas asturianas y de otras comunidades, así como muchas republicanas. En los carteles y pancartas, rechazo a los recortes y a los planes de rescate de los banqueros y no de los ciudadanos. También alguno crítico con la Policía –“sirvientes del amo”-, que ha recibido gritos en contra en numerosas ocasiones. De nuevo han vuelto a escucharse también lemas relacionados con la Selección Española de Fútbol, como esta sí que es nuestra selección o dinamita, oe, oe, oe, en sustitución de “campeones”.
Al final de la marcha, en Sol, dos trabajadores de Carabanchel han leído un comunicado de apoyo a los mineros y uno de ellos también se ha pronunciado para agradecer el apoyo recibido. El acto ha terminado con el himno de minero, que antes había interpretado la Orquesta Solfónica. Cerca de las 22.00 la concentración en Sol ha comenzado a disolverse, si bien cientos de personas aún permanecían concentradas y entonando cánticos como “lo llaman democracia y no lo es”.
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