115,7 millones de habitantes de la Unión Europea estaban en riesgo de pobreza o exclusión social ya en 2010, según la Comisión europea para el Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión. “El 23,4% de la población europea es pobre o está muy cerca del umbral de la pobreza”, ha subrayado la comisaria europea de Cooperación, Kristalina Georgieva, en su reciente visita a Madrid.
No existen estadísticas europeas de pobreza más recientes, pero con Grecia en su quinto año de recesión, el paro en el 24,4% en España o Italia con una deuda pública disparada por encima del 120% de su Producto Interior Bruto según Eurostat, resulta evidente que lejos de mejorar, los datos de pobreza siguen incrementándose a un ritmo galopante. De hecho, aquellas preocupantes cifras de 2010 ya suponían un incremento en cerca de 2 millones de personas con respecto al año anterior.
Esta semana el presidente del Consejo Económico y Social, Marcos Peña, ha anunciado que según sus cálculos España no recuperará el nivel de empleo de 2007 hasta 2025, "en el mejor de los casos", recoge Efe. El secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, advirtió en febrero que España sufre este año “una pobreza más extensa, más intensa, más crónica y una convivencia que se asienta cada vez más en una sociedad dual”.
"Recomendaciones" de la UE para España
Bruselas dio el pasado mayo recomendaciones específicas a siete estados miembros entre los que se encontraba España. Los otros eran Reino Unido, Bulgaria, Chipre, Lituania, Letonia y Polonia. Esta posición choca de lleno con las continuas peticiones de seguir recortando y aplicando medidas antipopulares en estos mismos países, como España.
“Analizamos concienzudamente la situación social en todos los Estados miembros y recomendamos [a estos siete países] poner en marcha medidas adicionales para luchar contra la pobreza”, explica Jonathan Todd, portavoz de la Comisión europea para el Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión.
Las recomendaciones realizadas tanto a España como a Reino Unido y Chipre, se centran en la protección de los ancianos y la infancia. De hecho, Unicef advirtió en mayo de que ya hay 2,2 millones de niños españoles pobres. Se han convertido así por primera vez en el colectivo más pobre del país.
En Polonia, la preocupación reside principalmente en la pobreza que afectaba incluso a quienes tienen trabajo.
Trabajar para ser pobre
Más de un 8% de los europeos con trabajo están en “riesgo de pobreza”. En España, hay 940.000 personas en esta situación, en condiciones de privación material severa (21,5 millones de personas en toda la UE), según Cáritas. Aunque la ONG española habla de ellos como personas que ya están de facto por debajo del umbral de la pobreza (establecido en 7.800 euros en 2010 en España).
Los grupos cuya “vulnerabilidad” preocupa especialmente a la Comisión para el Empleo europea son los parados de larga duración, los trabajadores mayores y los desempleados jóvenes. A ellos se añaden las personas con discapacidad, migrantes y trabajadores con baja formación.
Un informe publicado en diciembre de 2011 por la Unión Europea bajo el título de “El impacto social de la crisis económica y la consolidación fiscal en curso”aseguraba que “mientras los países orientales de Europa se enfrentan más a menudo a graves privaciones materiales, en los países del Norte y occidentales prevalece la exclusión del mercado laboral”.
Los pobres son más pobres en España
Un informe publicado en febrero por la Fundación Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada (FOESSA), perteneciente a Cáritas, confirma que la tasa de pobreza en España es una de las más elevadas de la Unión Europea en cuanto a los niveles de renta, con un 21,8%. Además destaca que los pobres son más pobres, pues el umbral de pobreza en el país pasó de 8.000 euros en 2009 a 7.800 en 2010.
En el informe se analiza el retroceso de los últimos cuatro años en el acceso a derechos básicos como el empleo. “Así lo demuestran varios hechos: que la tasa de desempleo en España sea la más alta de todos los países que forman la Unión Europea, a gran distancia de la media (9,7%); que uno de cada dos parados sea de larga duración (más de un año) y que la tendencia entre los hogares con todos sus activos en desempleo haya pasado del 2,5% del total antes del inicio de la crisis al 9% a finales de 2011”, señala Cáritas.
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