Descritas con acierto como fanáticas y gamberras, el grupo musical de tres integrantes conocido como "Pussy Riot" está siendo juzgado por "gamberrismo motivado por odio religioso". Esto se produjo después de que irrumpieran en una iglesia en Moscú, alterando el orden público y mofarse de las creencias de los fieles en un intento de protestar contra el presidente ruso, Vladimir Putin. Si hubieran unos skinheads hecho algo similar en una sinagoga en occidente, seguramente habrían pagado hace tiempo cuantiosas multas y comenzado a cumplir largas penas de prisión por "insultos públicos basados en el origen, afiliación religiosa, raza o etnia"(y aquí).
El artículo de The Guardian titulado "El juicio a Pussy Riot peor que la propaganda de la era soviética", se abre inmediatamente con propaganda descarada, describiendo el juzgado y la bandera rusa como "raída" y un perro de la policía como "sediento de sangre".
Sin embargo, The Guardian tiene toda la razón cuando llama a las actuaciones de "Pussy Riot" "juicio mediático". Aun así, se equivocan al afirmar que el espectáculo es obra de la Federación Rusa. En cambio, es un espectáculo montado por los medios de comunicación occidentales y la vasta red de ONGs-títeres del Departamento de Estado de los EE.UU.
El artículo de The Guardian es en su totalidad propaganda escrita con un tono más literario que periodístico. El mismo artículo cita al abogado de la acusación, cuyos comentarios son la base misma del título del artículo. Y aunque The Guardian puede explotar con éxito las emociones de los lectores mal informados, ingenuos, pero bien intencionados, se le escapa varias elocuentes pistas sobre quién está realmente detrás del espectáculo.
Según The Guardian, la defensa "trató de llamar a 13 testigos, incluso al líder de la oposición Alexey Navalny". Navalny, por supuesto, es un agente veterano que recibe tanto apoyo político como financiero de occidente en sus esfuerzos para socavar el gobierno de Rusia y traer de vuelta los días del saqueo descarado de Wall Street y de Londres, que marcó la década de los 90.
Alexey Navalny fue Socio Internacional de la Universidad de Yale, y en su perfil en el que dice lo siguiente:
"Navalny encabeza desafíos legales en nombre de los accionistas minoritarios en las grandes empresas rusas, entre ellas Gazprom, VTB Bank, Sberbank, Rosneft, Transneft y Surgutneftegaz, a través de la Unión de Accionistas Minoritarios. Éste ha obligado a las compañías a revelar más información a sus accionistas y ha demandado a los administradores individuales en varias empresas importantes por prácticas presuntamente corruptas. Navalny es también co-fundador del movimiento Alternativa Democrática y fue vicepresidente de la sección moscovita del Partido Yabloko. En 2010, lanzó RosPil, un proyecto público financiado por la recaudación de fondos sin precedentes en Rusia. En 2011, Navalny creó RosYama, que lucha contra el fraude en el sector de la construcción de carreteras."
La Alternativa Democrática, también escrita DA!, es realmente un receptor de fondos del Fondo Nacional para la Democracia, lo que significa que Alexey Navalny es un agente de la subversión financiada por Estados Unidos. Y a pesar de pasar por un defensor de la "transparencia", Navalny oculta deliberadamente esto a sus seguidores. El mismo Departamento de Estado de EE.UU. revela esto cuando enumera "los movimientos juveniles" que operan en Rusia:
"DA!: ... Mariya Gaydar, hija del ex primer ministro Yegor Gaydar, lidera DA (Alternativa Democrática) Ésta se muestra incansable en la promoción de la democracia, pero realista acerca de los obstáculos que a los que se enfrenta. Gaydar dijo que DA! se centra en actividades no partidistas destinadas a elevar la conciencia política. Ha recibido fondos de la National Endowment for Democracy, un hecho que no publicita por miedo a parecer comprometida por una conexión con Estados Unidos."
Navalny estuvo directamente involucrado en la fundación de un movimiento financiado por el gobierno de EE.UU. y a día de hoy cuenta con las mismas personas que financiaron DA! defendiéndole a través de los medios de comunicación occidentales. La mención de la co-fundadora Mariya Gaydar es también reveladora, ya que ésta ha colaborado durante mucho tiempo, y en ocasiones ha sido detenida, junto a Ilya Yashin, otro líder de un grupo "activista" de oposición ruso financiado por la NED.
Si la defensa de "Pussy Riot" llama a un documentado agente de los intereses occidentales como un "testigo", uno se pregunta en qué contexto y en qué medida Navalny, y, en consecuencia, la National Endowment for Democracy, tiene relación con las acusadas. Navalny admite que es "un conocido" de una de las integrantes de la banda, pero que en realidad no era un "testigo directo", y más bien habría declarado para "defender el derecho y la justicia."
Claramente, entonces, los intentos de la defensa de incluirle en el juicio tenían una motivación política, y no tienen nada que ver ni con la ley ni la justicia, y sirven simplemente como un medio de vincular "Pussy Riot" a la oposición subversiva del Departamento de Estado de los EE.UU., muchos de cuyos líderes fueron pillados presentándose en la Embajada de EE.UU. en Moscú a principios de este año.
También hay que mencionar que Oksana Chelysheva, miembro del consejo del Foro Cívico Ruso-Finés y miembro del comité de dirección de la NED, la FIDH financiada por la Open Society del criminal convicto George Soros, la Open Society, la Fundación Ford, Front Line Defenders financiado por el Sigrid Rausing Trust, y el Foro de la Sociedad Civil UE-Rusia dirigido por el Departamento de Estado de EE.UU. y afiliado a Amnistía Internacional, están dirigiendo la campaña de apoyo a "Pussy Riot".
Chelysheva también fue "Director Ejecutivo Adjunto" de la Sociedad de Amistad Ruso-Chechena, totalmente financiada por el Departamento de Estado de EE.UU. a través de la National Endowment for Democracy. La "Sociedad para la Amistad" fue esencialmente un frente de relaciones públicas de Al Qaeda, aliados con los terroristas chechenos que asolaban la región rusa del Cáucaso, una trama que adquiere nueva relevancia ahora que los EE.UU., la OTAN y los Estados del Golfo apoyan abiertamente a grupos similares de terroristas que asolan hoy Siria. La "Sociedad para la Amistad" tuvo una función similar al ahora desacreditado "Observatorio de Siria para los Derechos Humanos".
Hasta ahora no se conoce si "Pussy Riot" tiene contacto con alguno de estos grupos, o con el Departamento de Estado de EE.UU. o sus subalternos para llevar a cabo sus gamberradas. Está claro que estos grupos y el mismo Departamento de Estado de EE.UU. se ha convertido en una molestia de mal gusto para la paz y en un punto de apoyo de una palanca política contra Rusia.
Ayudando a tirar hacia abajo de esta palanca política están herramientas de propaganda como The Guardian que describe el juicio como un caso de grupos de la oposición liberal rusa contra un retroceso a la justicia de la era soviética. En realidad, es otro producto de Wall Street/Londres en la misma vena del movimiento serbio financiado por EE.UU. Otpor, el fraude de Kony 2012 y la "Primavera Árabe" diseñada por EE.UU.
Artículo de Tony Cartalucci, traducido por Tommaso della Macchina
Es evidente que el caso Pussy Riot está siendo utilizado por los medios occidentales para atacar a Rusia, pero eso no justifica la condena injusta y desproporcionada a las artistas, que pone de manifiesto la alianza entre Putin y la iglesia rusa para mantener su régimen antidemocrático. Los comunistas no podemos defender la ingerencia de la religión en ningún sistema judicial y, menos como argumento para limitar la libertad de expresión.
ResponderEliminarOs tomo el articulo para mi blog con vuestro permiso.
ResponderEliminarEs inaceptable este tipo de comportamientos de niñatas mal folladas en un Sistema Socialista. Y lo peor que se denominen Feministas!
http://o-acho-galego.blogspot.com.es/2012/09/fuck-off-pussy-riot.html
FUCK OFF PUSSY RIOT!
Este artículo es confuso.
ResponderEliminarLo que me sorprende y mucho es por qué tanta propaganda con Pussy Riot. Pero no dicen ni una sola palabra de todos los presos politicos del gobierno de Putin. Hablo de los presos comunistas. Obviamente que no me importa en lo mas minimo el destino de Khodorkovsky.
Las cárceles rusas estan llenas de presos por salir a protestar contra el gobierno fraudulento de Putin
LIBERTAD A RAZVOZZHAEV, AKIMENKOV Y TODOS LOS COMUNISTAS!