Irán "no permitirá al enemigo avanzar en Siria, pero de momento no ve razones para una intervención inmediata". Así lo declaró el subjefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Irán, el general Masoud Jazayeri.
Irán es uno de los aliados clave del gobierno de Siria y las últimas declaraciones de algunos altos cargos militares iraníes lo confirman. Según el general iraní Masoud Jazayeri, aunque los enemigos de Siria “de hecho hacen una guerra contra Siria”, el pueblo sirio y sus amigos no permitirán que se derroque el poder actual del país árabe. El jefe militar aseguró que cuando sea necesario Teherán entrará en el conflicto y dará una respuesta decisiva a los opositores. “De momento nosotros, amigos de Siria, no tenemos necesidad de salir a la arena y consideramos que no la tendremos. Pero en una situación extraordinaria decidiremos cómo respaldar la resistencia regional y a nuestros amigos”, sostuvo el general iraní.
A su vez uno de los comandantes de la Guardia Revolucionaria, el general Hamid Reza Moghadam-Far, indicó que el fracaso de los insurgentes en Siria, del que no duda, será “un golpe gigante contra Arabia Saudita y los países occidentales".
Mientras tanto, en El Cairo empezó a crearse el Gobierno sirio en el exilio, alternativa al denominado Consejo Nacional Sirio. La creación de este nuevo órgano fue anunciada por un opositor al gobierno de Siria. Haitham al Maleh afirmó que los rebeldes, tanto los que se encuentran en Siria como los que están en el extranjero, le asignaron esta tarea. El nuevo Ejecutivo debería ocuparse de realizar unas "elecciones honestas" tras el eventual derrocamiento del régimen actual. Al Maleh, de 81 años, lo encabezaría. Sin embargo muchos analistas, como por ejemplo el experto político Rómulo Pardo Silva, dudan que el nuevo gobierno en el exilio pueda dirigir y coordinar las acciones de los insurgentes puesto que la estructura de la oposición es muy diversa, lo que puede llevar a conflictos internos incluso en el caso de la caída de Al Assad.
¿Se prepara EE.UU. para una nueva campaña militar masiva?
A pesar de la retirada de las tropas estadounidenses de Iraq y su reducción en Afganistán, medio millón de reservistas seguirán en estado de alerta con el mismo régimen de entrenamientos que en tiempos de guerra. Según los analistas, la razón es que Washington no duda que habrá una intervención militar en Siria.
Según anunció el pasado 30 de julio el general Ray Odierno, jefe del Estado Mayor del Ejército de EEUU, los 550.000 reservistas y militantes civiles de la Guardia Nacional van a dedicar a entrenamientos en bases especiales un fin de semana de cada mes y hasta 7 semanas seguidas por año. En tiempos de paz las normativas prevén, sin embargo, que el período de ejercicios militares debe durar solo dos semanas anuales.
Odierno acentuó que hoy en día, cuando el Ejército se esfuerza por recortar gastos y reducir el número de efectivos de ocupación completa en sus filas de 570.00 personas hasta 490.000 para el año 2017, la competencia bélica de los reservistas es una necesidad vital. Washington quiere mantener bien preparados sus recursos militares porque planea continuar sus operaciones bélicas en África del Norte y Oriente Próximo, opina el analista político Emilio Viano.
“Los reservistas eran uno de los recursos más importantes del Pentágono en las guerras en Iraq y Afganistán”, acentúa el experto. “Es obvio que habrá más conflictos: EEUU están muy interesados en controlar el desarrollo de los países de África del Norte y de Oriente Próximo. Quieren estar preparados para eventuales conflictos en estas regiones”, opina Viano.
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