Una vez vistas y rebatidas en el anterior artículo algunas de las interpretaciones actuales sobre el concepto del “derecho de las naciones a la autodeterminación” en el actual contexto político de Catalunya por parte de las fuerzas revolucionarias, pasaremos a tratar la cuestión del posicionamiento concreto de los marxistas en los conflictos nacionales.
Pero antes de ello propiamente, cabe recordar el carácter que otorgan los análisis leninistas a los conflictos nacionales y el papel de la burguesía en ellos, recordando así la verdadera esencia del problema, lejos de las nuevas atribuciones terminológicas y conceptuales sobre la cuestión. Para introducir de nuevo el conflicto actual, veamos qué dice sobre el origen de los movimientos nacionales Lenin: La burguesía, que actúa, como es natural, en los comienzos de todo movimiento nacional como fuerza hegemónica (dirigente) del mismo, llama labor práctica al apoyo a todas las aspiraciones nacionales.
Por lo tanto, vemos como hace ya más de un siglo los marxistas –incorporación teórica que formaría después parte del corpus ideológico del leninismo- clarificaban el papel de la burguesía en los movimientos nacionales, otorgándoles claramente el papel de impulsores del movimiento, es decir, de la aspiración de tal o cual nación a su constitución como Estado independiente. Este razonamiento es realizado por Lenin sobre el análisis de los procesos históricos de nacimiento y consolidación política del capitalismo en los países de Europa Occidental, no sobre procesos –aún no desarrollados- de liberación nacional frente al colonialismo, por lo que serían perfectamente válidos para el caso de Catalunya. No se requieren impresionantes conocimientos históricos para conocer el papel de la burguesía catalana en el nacimiento del nacionalismo político y sus diferentes expresiones históricas en el país.
Resulta por lo menos inquietante la reacción de algunos revolucionarios –conociendo, como presumiblemente conocen, la teoría leninista del derecho de las naciones a la autodeterminación- al alarmarse histéricamente por la hegemonización de las consignas nacionales por parte de la burguesía catalana en el movimiento nacional –ya que no solamente comprende a la burguesía como clase social en su interior- que se desarrolla actualmente en Catalunya. Esta es una situación absolutamente predecible en el marco del capitalismo, más concretamente en el marco de un Estado capitalista desarrollado y con un conflicto claro entre burguesías, donde la burguesía es la clase social que detenta el poder político y económico. Entonces, y entendiendo que el conflicto nacional en un país capitalista desarrollado responde a una conflictividad originada en su seno en la formación del propio Estado y en la configuración de poder de sus burguesías –y demás clases sociales temporalmente aliadas-, podríamos afirmar que el papel de impulsor de las reivindicaciones nacionales de la burguesía es propio y característico en la nación oprimida, por lo que carece de sentido alguno el alarmismo de algunos con respecto al papel de la burguesía catalana en impulsar la reivindicación de un Estado independiente. Ante esta situación, y partiendo de la base de que en cualquier Estado capitalista desarrollado con un conflicto nacional en su interior las burguesías aspirarán a hegemonizar los diferentes movimientos nacionales, la posición de los comunistas no puede ser la de una equidistancia “imparcial” sobre la cuestión por, como arguyen algunos actualmente, tratarse de un “conflicto entre burguesías”, limitándose a propugnar de manera abstracta –en muchas ocasiones parece que como repetición mecánica de documentos- el derecho de los pueblos a la autodeterminación y apelando a la lucha de clases como contradicción principal. Esta posición está absolutamente alejada del marxismo, ya que como situaba Lenin, desde el punto de vista de los socialistas es absolutamente erróneo desentenderse de las tareas de la liberación nacional en un ambiente de opresión nacional.
Sobre el posicionamiento concreto de los comunistas ante un conflicto nacional determinado, es interesante citar algunos pasajes de Lenin al respecto.
Por cuanto la burguesía de una nación oprimida lucha contra la opresora, nosotros estamos siempre, en todos los casos y con más decisión que nadie, a favor, ya que somos los enemigos más intrépidos y consecuentes de la opresión. Por cuanto la burguesía de la nación oprimida está a favor de su nacionalismo burgués, nosotros estamos en contra. Lucha contra los privilegios y violencias de la nación opresora y ninguna tolerancia con el afán de privilegios de la nación oprimida.
Como puede observarse en esta argumentación, para Lenin, en el conflicto nacional las burguesías no están en un plano de igualdad, es decir, que en un conflicto nacional determinado, en el que las burguesías necesariamente jugaran su papel, el papel de los comunistas no será el de una equidistancia con respecto a la posición “nacional” de una u otra burguesía, manteniéndose al margen de cualquier posicionamiento concreto y apelando exclusivamente a la lucha de clases, sino que tomará siempre partido con la posición que represente una lucha contra la dominación nacional, sin, por supuesto, descuidar la lucha contra el nacionalismo burgués propio de la burguesía de la nación oprimida. Es importante entender la diferenciación entre independencia de la clase obrera de la burguesía y esa supuesta “independencia” propugnada por algunos ante una lucha nacional concreta.
En todo caso, el obrero asalariado seguirá siendo objeto de explotación, y para luchar con éxito contra ella se exige que el proletariado sea independiente del nacionalismo, que los proletarios mantengan una posición de completa neutralidad, por así decir, en la lucha de la burguesía de las diversas naciones por la supremacía. En cuanto el proletariado de una nación cualquiera apoye en lo más mínimo los privilegios de "su" burguesía nacional, este apoyo provocará inevitablemente la desconfianza del proletariado de la otra nación, debilitará la solidaridad internacional de clase de los obreros, los desunirá para regocijo de la burguesía. Y el negar el derecho a la autodeterminación, o a la separación, significa indefectiblemente, en la práctica, apoyar los privilegios de la nación dominante.
He aquí en palabras de Lenin el ejemplo claro de la posición de los comunistas ante un conflicto nacional determinado: independencia respecto del nacionalismo y de la burguesía de una nación u otra. Posicionamiento claro contra los privilegios de una nación determinada, es decir, apoyo concreto del derecho de la nación oprimida a la separación.
Una vez vistos los “antecedentes” sobre la cuestión, vamos a particularizar la realidad concreta de los comunistas ante la actual situación en Catalunya.
Entendemos que en Catalunya existe un movimiento nacional claro. Las millones de personas que actualmente se movilizan por la consecución de un Estado nacional así lo determinan. Como hemos visto anteriormente, responde a una lógica del movimiento nacional en un Estado capitalista desarrollado el hecho de que sea la burguesía la que en un primer momento monopolice o en cierta manera sea la impulsora de este movimiento. Pero resulta evidente que este conflicto rebasa propiamente los límites de una pugna entre burguesías, aunque estas intenten –lógicamente- organizar en función de sus intereses las reivindicaciones. En primer lugar, porque por el volumen de personas que configuran el actual movimiento nacional requiere necesariamente del concierto de más clases sociales que la propia burguesía, ya que ésta numéricamente es incapaz de llenar poco más que un palacio de congresos, por lo que la participación de otras clases sociales es evidente. En segundo lugar, porque el “frente” más o menos difuso que a nivel político –ya sean las propias fracciones políticas parlamentarias o las organizaciones sociales y civiles- que va configurándose en torno a los planteamientos favorables a la separación de Catalunya así lo atestigua. Que el núcleo actual de este “frente” lo conformen CIU y ERC certifica que la pequeña burguesía forma también parte activa del movimiento nacional, como la incorporación de ICV-EUiA y la CUP –así como la enorme movilización en la calle o el posicionamiento de multitud de organizaciones sociales, que desborda numéricamente la totalidad de la burguesía y la pequeña burguesía como clase social- prueban la incorporación de amplios sectores de la clase obrera a éste.
Por lo tanto, no se puede argumentar que el conflicto nacional responde única y exclusivamente a un conflicto entre burguesías -hecho explicado anteriormente y que responde con toda lógica al propio desarrollo del capitalismo como sistema social, sistema social en el que desenvolvemos nuestra lucha actual-, motivo por el que los comunistas no pueden ni deben tomar partido en ningún sentido. Esta no es una posición justa por diferentes motivos. El primero de ellos porque sería negar la totalidad de la tesis leninista del derecho de las naciones a la autodeterminación, al no comprender el propio origen de los conflictos nacionales y los factores que en él operan descritos por Lenin, por lo que la posición más consecuente sería renunciar a todo ese corpus doctrinal y aparcarlo de los programas políticos, puesto que como simple retórica no es más que papel mojado, por no decir un engaño. Cualquier conflicto nacional en el seno de un Estado capitalista desarrollado tendrá su razón de ser una “malformación” en su creación, por lo que la burguesía de la nación oprimida –por lo menos en un momento determinado- siempre tendrá un papel preponderante en el conflicto. En segundo lugar, y ligándolo como elemento concreto del punto anterior, porque la posición de los comunistas, arguyendo una equidistancia con respecto a pugnas entre burguesías, supondría en la práctica certificar los privilegios de la nación opresora frente a la nación oprimida, legitimando en consecuencia el derecho de la burguesía de una nación a oprimir otra. Esta no es una posición independiente o neutral, sino que certifica en la práctica la legitimación de una de las dos burguesías en escena. Y en tercer lugar y último, porque el hecho de negar el propio conflicto, en el momento en que éste adquiere una dimensión de movimiento de masas y por lo tanto incorpora en su interior a amplios sectores de la clase obrera y otras clases aliadas, corresponde a dejar en manos de la burguesía la dirección ideológica del movimiento y por lo tanto arrastrar a la clase obrera bajo el dominio ideológico de ésta. Además, el hecho mismo de la incorporación de la clase obrera de forma masiva al movimiento nacional, certifica la existencia de unas condiciones objetivas de opresión nacional que repercuten en su conciencia. Pasar por encima de la toma de conciencia por parte de la clase obrera sobre su opresión nacional o incluso negarla, se convierte en un flaco favor para las fuerzas revolucionarias a la hora de introducir en ella una subjetividad de clase.
Esta es una situación que requiere de los comunistas un análisis profundo, que rehúya definitivamente de formas mecánicas de incorporar el problema nacional a su táctica y estrategia política. Si bien en algunos momentos históricos del desarrollo de Catalunya la cuestión nacional ha pasado a un segundo plano del tablero político y la posición de los comunistas no ha sido un elemento central para la incorporación de los trabajadores y clases populares a su proyecto, ahora se torna un asunto de suma importancia. El prestigio y la capacidad de crecimiento del movimiento comunista dependen en gran medida de la correcta interpretación de la situación actual y de cuál debe ser su papel en ésta. Una presunta equidistancia de los comunistas sobre el devenir concreto de los acontecimientos se convertirá inevitablemente en una equidistancia por parte de la clase obrera hacia la toma de conciencia de clase, por una absoluta incomprensión de los sentimientos nacionales del pueblo. Asimismo, si los comunistas renuncian a posicionarse claramente sobre la cuestión nacional con una posición y una estrategia concreta, si renuncia a incorporar en la clase obrera su propia propuesta nacional e intervenir de manera clara en el movimiento nacional presente, está entregando de manera irremediable la dirección del proceso ideológica y políticamente a la burguesía y sus aliados, dejando en sus manos la totalidad del resultado de este proceso.
vaya, el autor nos ha transformado a lenin en "independentista", guardándose mucho de contextualizar sus citas. descontextualizar a lenin para transformarlo en lo que no es, es una vieja táctica del oportunismo. el autor no sólo no enmarca a catalunya dentro del capitalismo monopolista de estado, sino que define a catalunya como una mera colonia más...cuando es un mercado estratégico para la oligarquía del estado español. oligarquía que también es catalana y que, una vez más en la historia, presiona para conseguir un pacto fiscal instrumentalizando el sentimiento nacional (nacionalismo burgués).
ResponderEliminarconcluyendo, el autor nos viene a decir, que las organizaciones proletarias deberían apoyar los intereses de una fracción oligárquica para que ésta formara un estado propio a su servicio ¡¡y además dentro de la ue!!. ¡¡para eso no hacen falta organizaciones proletarias!!
el autor confunde el estado español de 2013 con la rusia zarista de 1900. cualquier tipo de independencia, soberanía nacional o democracia, emanada de las estructuras imperialistas de la UE, es puro fraude.
los comunistas lo que han de hacer, en plena etapa imperialista y en plena crisis capitalista, es llamar a la reorganización del movimiento obrero porqué sólo el socialismo puede asegurar el derecho a la autodeterminación de las naciones (ver octubre de 1917 en adelante). las revoluciones democrático burguesas forman parte del pasado. el proceso soberanista catalán es un fraude mas de la casta política al servicio de la oligarquía. financiera.
Me parece compañero que el que saca conclusiones de manera oportunista eres tú. Yo en ningún momento leo que el autor hable de que los comunistas han de ser independentistas, ni transforme Lenin en independentista. Tampoco en ningún momento veo que se hable de que los comunistas estén por revoluciones democrático-burguesas, ni por la burguesía catalana ni la UE... En todo caso hay una argumentación del porqué los comunistas deben tomar partido ante la cuestión nacional y algunos ejemplos históricos sobre la posición leninista al respecto... Puede que el análisis sea más o menos acertado, pero en ningún caso veo las conclusiones que tu dices por ninguna parte.
ResponderEliminarcompañero Anónimo;
ResponderEliminarDices que el autor plasma "una argumentación del porqué los comunistas deben tomar partido ante la cuestión nacional". Bien, ¿podrías concretarnos cuál es esa "toma de partido"?
Insisto en que el autor equipara Catalunya, cuyo régimen económico está absolutamente integrado en el capitalismo monopolista así como su oligarquía financiera fundida al estado español (UE), a una colonia del siglo XIX (¿¿??). Es decir, transforma a un régimen imperialista en una mera colonia de carácter dependiente. Partiendo de semejantes mimbres, cualquier análisis posterior es pura entelequia.
Los comunistas no sólo no negamos el sentimiento nacional del pueblo trabajador catalán, sino que definimos a Catalunya como nación, y por tanto abogamos por su derecho inalienable a la autodeterminación. Ahora bien, dado que hoy no estamos ni en el siglo XIX ni en el XX, y dado que las revoluciones democratico burguesas ya no volverán, el deber de los comunistas consiste en reconstruir las organizaciones de masas, unir al proletariado de las diferentes nacionalidades del estado y caminar hacia la instauración del socialismo. En la etapa imperialista que vivimos, sólo así puede resolverse la cuestión nacional en el estado español en pie de igualdad social y nacional. Lo que el autor insinúa es que los comunistas deberían otorgarle la dirección de este fraudulento proceso "soberanista" a una fracción de la oligarquía, aunque tal proceso está absolutamente vaciado de contenido, represente un engaño más a las masas y halle su meta en la integración en la UE. Además de ser absurda tal posición, representa una maniobra burguesa para dividir al proletariado, aislarlo "nacionalmente" y ponerlo finalmente en la misma posición de partida; bajo el yugo de las relaciones de producción capitalistas y la oligarquía financiera.
En definitiva, el posicionamiento del autor (netamente oportunista), sólo lleva a caer de forma estúpida en el juego del nacionalismo burgués, algo que tanto gusta a la oligarquía dominante que, mientras enajena a propios y extraños, sigue masacrando impunemente al proletariado y clases populares del conjunto del estado. Y esa oligarquía es tan castellana como vasca o catalana. No sé si me explico.
sintetizando;
ResponderEliminar"Catalunya es una nación. Pero Cataluña no puede aislarse. La tesis según la cual Catalunya puede resolver su problema nacional como un caso particular, desentendiéndose e incluso en oposición al problema general del imperialismo y de la lucha del proletariado, es reaccionaria. Por este camino se va hacia la exageración negativa de las particularidades nacionales, a un nacionalismo local obtuso. Por este camino no se va hacia la liberación social y nacional, sino hacia una mayor opresión y vejación".
Joan Comorera.
Compañero Ánonimo (igualmente):
ResponderEliminarEn vez de hacer tantas afirmaciones categóricas sobre "insinuanciones", y sacar tus propias conclusiones que en ningún momemento veo en el texto, ¿podrías concretar en que consiste de manera práctica tu apoyo al "derecho inalienable a la autodeterminación" que propugnas?
Y por favor, sin recrearte para gustarte a ti mismo escribiendo mucho para no decir nada, repetir consignas vacías de contenido y sacar conclusiones inexistentes.
ResponderEliminarMe pregunto si estos mismos que niegan el derecho de autodeterminación a Catalunya, se lo negarian a Puerto Rico, a el Kurdistan, Escocia o Irlanda. Mucha hipocresia pequeño burguesa españolista.
ResponderEliminarvaya, responder con una pregunta y escupir términos tales como "puqueñoburgués españolista" y demás "exquisiteces dialécticas"...qué grandes "argumentos" para un supuesto comunista. quizá tantos como los que aparecen en el texto, dicho sea de paso.
ResponderEliminarsi tu capacidad mental te lo permite, lee la cita de Comorera. luego te sientas tranquilamente, reflexionas y concluyes (y tendrás la respuesta a tu pregunta). y ya si te queda tiempo, me respondes a la pregunta que te formulé. a poder ser sin más preguntas, sin más insultos y sin más memeces como comparar Catalunya y el Kurdistán.
Y para que te queden claras mis "conclusiones inexistentes", te lo repito una vez más a ver si a la segunda va la vencida. a veces no es suficiente con saber leer y se hace preciso entender lo que se lee;
"Catalunya es una nación. Pero Cataluña no puede aislarse. La tesis según la cual Catalunya puede resolver su problema nacional como un caso particular, desentendiéndose e incluso en oposición al problema general del imperialismo y de la lucha del proletariado, es reaccionaria. Por este camino se va hacia la exageración negativa de las particularidades nacionales, a un nacionalismo local obtuso. Por este camino no se va hacia la liberación social y nacional, sino hacia una mayor opresión y vejación".
saludos comunistas
Responde y deja de insultar a la gente. Como tú mismo dices, responde y deja de limitarte a citar "guardándote mucho de contextualizar tus citas".
ResponderEliminarPor cierto, que no sé porque atribuyes distintos comentarios a la misma persona. Posiblemente porque no tienes argumentos y tienes que parapetarte en la presunta inferioridad intelectual de los demás, como dejas muy claro con tu prepotente e insultante comentario anterior. El que debería sentarse, reflexionar un rato (y sin insultar a nadie) responder de una vez a las preguntas que se te hacen deberías ser tú.
ResponderEliminarSorprende encontrar comunistas, que en el aspecto nacional dejan de ser comunistas para ser nacionalistas españoles.
ResponderEliminarJAMÁS se a ligado el ejercicio de la autodeterminación a que esa nación sea socialista. Simplemente Stalin lo enlaza a que NO SEA un retroceso para la clase obrera.
Parece ser, que los comunistas (nacionalistas españoles) olvidan eso. Una lástima, pues su posición nacional es fruto de años de fascismo en España que a calado cierto mensaje nacional. Parece ser que si Catalunya sigue a España está fuera de la UE.
Otro punto es el de la "unidad proletaria". Justamente cuando Marx dijo que defender la independencia de Irlanda haría a los obreros ingleses MÁS INTERNACIONALISTAS. Pero aquí, los comunistas (nacionalistas españoles) sudan del marxismo, y abrazan la santa unidad del estado nacional-catolico español. Dejando así, SU tarea de educar en el internacionalismo a los trabajadores españoles. Parece ser que estos comunistas (nacionalistas españoles) les da pereza está tarea de todo comunista, y la unidad de españa les facilita las cosas.
Además, el simplismo económico del análisis de estos comunistas (nacionalistas españoles) da miedo, sorprende a cualquiera. Resulta que ven a la burguesía catalana y española como una unidad con igual interés (a parte del el dinero, claro está). Y que no existe conflicto.
Semejante barbaridad se dice aún ver que la burguesía española boicotea el corredor mediterráneo (Europa acaba presionando a España para que lo haga), se impone un modelo comercial a la burguesía catalana ajena a su realidad para a contentar las multinacionales con sede en Madrid. Se prohíbe al Aeropuerto de El Prat tener vuelos internacionales para mantener Madrid como centro de encuentro. Se boicotea el ancho de banda Europeo en el puerto de Barcelona para dar vida a otros puertos españoles del sud. Se impide la compra de Gas Natural a otra Espñola para evitar que la sede no vieja a Barcelona.
Y a parte de las evidencias, que cualquier comunista debería ver a simple vista analizando la realidad económica, resulta que GRACIAS al proceso de autodeterminación, en catalunya se está enfrentando la patronal "puente aéreo" o también llamada "BOE" (la más rica)(la que vive de Madrid, sus subvenciones y su actividad) representada por Fomento del Trabajo contra la PIMEC (pequeña burguesía) y las diferentes Cámaras de comercio (que si dan soporte al proceso).
Pero no, esté comunismo (nacionalista español) acostumbra a saber mucho de palabreria, pero poco de economía. Mucho de decir oportunistas, y poco de marxismo.
Estos comunistas (nacionalistas españoles) hablan de autodeterminación, y son incapaces de decir CUANDO y COMO se puede ejercer, más allá de un simplismo ideológico de: "cuando llegue el socialismo", es decir, de utilizar un oxímoron, como bien apunta el artículo.
Esté comunismo (nacionalista español) no sabe responder a qué hacer con la defensa de nuestro entorno natural, la discriminación de la mujer, o los recortes, porqué resulta que han inventado un nuevo concepto marxista-leninista el "CUANDO LLEGUE EL SOCIALISMO SE PODRÀ MEJORAR". Sin decir COMO, ni CUANDO.
Señores y señoras, sean comunistas y den soporte al proceso de autodeterminación. Oportunidad para los obreros españoles y catalanes, y debiliten a al burguesía.
No sean títeres de la burguesía centralista, con la unidad de España no ganamos nada, ya sabemos que hay, con su disolución, tenemos cosas a ganar.
Sean comunistas, por favor.
Es obvio que oponerse a un referéndum que a la vez decida si se hace un referéndum que culmine en la independencia de Cataluña o de otra nacionalidad de España no es muy democrático y menos Marxista-Leninista. Pero salvada esta pregunta me surge otra pregunta mas acuciante ¿Que deben hacer las organizaciones obreras y sus partidos comunistas en el caso que se llegue a ese citado referéndum? ¿Que posición tomar? ¿A favor de la independencia en contra?
ResponderEliminarTambién deberíamos recordar lo que Stalin ecribio e hizo cuando era comisario de las nacionalidades con el caso de Ucrania. ¿También permitiríamos la independencia de una de estas nacionalidades o de otra cualquiera si España fuera una República Democrática Popular?
La forma semántica de como se autodenominen cada parte de lo que hoy forman el reino de España no tiene mas importancia política que lo pactado o la voluntad de independencia. Estados Unidos. Tiene 50 estados soberanos, con sus dos cámaras, su propia constitución y su propia bandera pero no por eso son totalmente independientes del gobierno federal estadounidense.
Según Lenin las reivindicaciones democráticas deben subordinarse siempre al interés supremo de la lucha de clase revolucionaria del proletario mundial. Y en el caso del derecho de autodeterminación si las aspiraciones democráticas de la nación chocan contra los intereses de la clase trabajadora los comunistas no deberían apoyar esos derechos democráticos.
Resolución aprobada en el congreso de la Segunda Internacional de 1986 tanto por Rosa Luxemburgo que contraria a la independencia, como de Vladimir Ilich Ulianov "Lenin":
<< El congreso proclama el pleno derecho de todas las naciones a la autodeterminación; y expresa su simpatía por los obreros de todos los países que actualmente padecen bajo el yugo del absolutismo militar,nacional o de cualquier otra especie; el congreso llama a los obreros de esos países a que se unan a las filas de los obreros conscientes de todo el mundo, con el objeto de combatir junto con ellos para vencer al capitalismo internacional y alcanzar los objetivos de la democracias social intencional>>