/Pravda Estado español
Miles de personas – se calculan por más de 20.000 asistentes - acudieron en el día de ayer a la marcha convocada por diversas organizaciones laicas y de cristianos de base contra la visita papal, y los gastos que conllevará para el Estado español en plena crisis capitalista.
Todo un éxito que se vio empañado cuando la policía decidió cargar (con la curiosa orden “Basta de mariconadas, sacad las porras y lo que haga falta”) contra la manifestación en la Plaza del Sol tras numerosas provocaciones de los católicos fundamentalistas de la JMJ. Las cargas policiales se saldaron con ocho detenidos y diversos heridos, entre ellos varios periodistas que cubrían la marcha.
El recorrido impuesto por la Delegación del Gobierno y sus previsiones (calculaban tan solo 5,000 personas) causaron que la manifestación discurriera por calles estrechísimas y con obstáculos, además de los cortes que organizaron fanáticos católicos y sus intentos de provocación durante toda la marcha.
La manifestación acabó colapsada apenas media hora tras su inicio entre las calles Alcalá y Sol, ya que decenas de católicos permanecieron ocupando impunemente la céntrica plaza al grito de “Esta plaza es del Papa”, insultando e increpando a los participantes de la manifestación.
Pasados unos minutos y debido al cordón policial, la marcha se divide en dos, la cabecera sigue avanzando de vuelta a Tirso de Molina – donde se leería el manifiesto desconvocando la movilización - mientras que la mayoría de asistentes continuó intentando acceder a la plaza a pesar de la presencia combinada de la policía y los católicos.
Sobre las diez de la noche se cierra la estación de metro y de Cercanías de Sol, donde empezaron a desplegarse antidisturbios cortando varios accesos a la plaza (excepto para los católicos empeñados a impedir el acceso a una marcha permitida). Poco después iniciarían las cargas contra la manifestación, deteniendo a ocho personas e hiriendo a varias más, dispersando a la mayoría de participantes.
Manifestantes y convocantes critican lo sucedido
En un interesante artículo hecho público en la red, un participante en la marcha narraba como los fundamentalistas provocaron los sucesos ante la policía con total impunidad:
“Y como sabían que la policía no cargaría contra ellos, cortaron impunemente el paso de los manifestantes a Sol. Poco les importaba el calor, la sed, el sufrimiento de los manifestantes laicos o los peligros que su acción significaba para la salud e integridad de los terceros.
Después de aquella provocación (atentado contra el derecho de manifestación), los peregrinos aguardaron en la Puerta del Sol a los manifestantes al grito de “Esta es la plaza del Papa”. Los conatos de agresión, los insultos y el ambiente de tensión ya estaban servidos. No en vano había sido cuidadosamente preparado por los fanáticos católicos, entre los que no faltaron insultadores y agresores”
En la misma línea los convocantes de la marcha, Europa Laica, la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL) y Redes Cristianas criticaron duramente la actuación de la Delegación del Gobierno y de la policía: “La Policía parece que tenía la orden de complicarnos la vida, rompiendo el acuerdo con la Delegación del Gobierno de que podíamos atravesar Sol, y en lugar de eso nos llevaron a un extremo de la plaza y para avanzar nos hicieron pasar por un pasillo de cuatro metros de ancho, por donde no cabían miles de personas”
También consideraron “inaudito” que la policía protegiera a los peregrinos que estaban convocados “de manera organizada” e impidiendo el paso a la manifestación. Y sobre los posteriores altercados señalaron que "para tratar de dar una imagen y tener el pretexto de cargar", diversos infiltrados de la policía arrojaron botellas de cristal a los furgones.
Nuevas movilizaciones convocadas
Diversas asambleas populares de barrios madrileños han convocado para esta misma tarde a las 20h una nueva movilización en la Puerta de Sol en repulsa a la actuación policial, a las detenciones que se produjeron tras las cargas y a la financiación pública de la JMJ.
Dado que no confían en que la policía pueda asegurar la protección de la concentración, han organizado un cordón de seguridad para evitar altercados con los grupos fundamentalistas de católicos, que previsiblemente volverán al centro para provocar e insultar a los asistentes.
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