La ex-senadora Piedad Córdoba, reconocida mundialmente por su apuesta por la paz justa, los derechos humanos y el diálogo en Colombia, ha tenido que exiliarse de su país siguiendo el consejo de sus familiares y amigos tras diversas amenazas de muerte y la clara sospecha de que elementos a pie o en vehículos la seguían.
El Diputado e integrante de la organización Colombianas y Colombianos por la Paz, Iván Cepeda, informó a los medios en el dia de ayer sobre este suceso. Explicó: "Ella dice que recibió información sobre un plan para asesinarla que tenía carácter inminente. Así que siendo esa la situación nos comunicó anoche que iba a salir del país"
Piedad Córdoba estaba consiguiendo en los últimos días a través de Colombianas y Colombianos por la Paz progresos para el diálogo con las organizaciones armadas ELN y las FARC-EP, pero ante la preparación de un atentado contra su vida ha tenido que marchar del país -aunque ha manifestado que será temporal-, aún en paradero desconocido para su seguridad.
La ex-senadora ya había sido protagonista de amenazas, manipulaciones y seguimientos por parte de elementos para-militares o por el propio Estado terrorista a través de la agencia de inteligencia (el Departamento Administrativo de Seguridad, DAS). Se le destituyó del cargo senatorial después de que el procurador Ordoñez la involucrara en montajes judiciales para acusarla de contactos y colaboraciones con las FARC-EP.
Triste semana para la paz en Colombia
En esta misma semana también se conoció la triste notícia del asesinato a un militante de la Juventud Comunista Colombiana (JUCO), el Camarada Rafael Andrés González Guernica, en un restaurante del municipio de Cartagena del Chairá - Caquetá -, tiroteado por dos sicarios el pasado 16 de Agosto por la mañana. Un compañero que estaba allí, Franklin Medina, logró escapar del suceso aunque se desconoce su actual paradero.
El atentado contra los militantes comunistas fue la culminación de toda una serie de amenazas, acciones represivas y la insistencia por parte de las fuerzas públicas de relacionarlos con colaboraciones con las FARC-EP ayudándose de un local de fotocopiadoras que regentaban.
Su organización ha hecho público un comunicado informando de los sucesos. ''La JUCO condena estos criminales hechos y exhorta a las fuerzas vivas de la nación y la comunidad internacional a rechazar el exterminio sistemático y la desaparición forzada como estrategia de Estado para eliminar las fuerzas de izquierda y la oposición democrática en Colombia''
Diversas organizaciones juveniles marxistas-leninistas ya han mostrado su solidaridad con la JUCO y condenado tajantemente el asesinato del militante comunista. En el Estado español los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC) señalaban en su resolución: "Condenamos los crímenes de estado, que como este, lleva muchos años orquestando la burguesía colombiana, contra el pueblo y sus organizaciones, a través de sicarios, paramilitares o el propio ejercito. El capitalismo ya no tiene nada mas que ofrecer salvo miseria y barbarie, estos actos no pueden quedar impunes, ni podemos dejar que queden silenciados por los grandes medios de comunicación al servicio de la oligarquía"
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