Se aprueba la reforma de la Constitución española

/Pravda Estado español

Como era previsible, la alianza entre el PSOE y el PP, junto con UPN, ha conseguido que la reforma planteada para la Constitución, que fija como prioridad la deuda y sus intereses frente a otras partidas presupuestarias, fuera aprobada en el Parlamento con 316 votos a favor y 5 en contra. Los nacionalistas de CiU y PNV no han votado, beneficiando así que la reforma pudiese ser aprobada, tras intensas negociaciones con el tándem PSOE-PP.

Las demás fuerzas minoritarias (NaBai, ERC, BNG, ICV, IU) han abandonado el Parlamento antes de iniciarse la votación, considerando que se les ha excluido del debate. Mientras que los nacionalistas se sintieron molestos al estimar que la reforma era “centralista y atentaba contra el autogobierno y la autonomía financiera”, las fuerzas reformistas pedían incluir un debate entorno la monarquía y el modelo federal.

El día anterior al circo político en el Parlamento, miles de personas marchaban en Madrid para oponerse a la reforma, en la que participaron diversas organizaciones políticas, movimientos sociales y las asambleas populares de barrios vinculadas al 15-M, al grito de “PSOE y PP, la misma mierda es”, “Contra la reforma y el capital, huelga general”, o “Se va a acabar la paz social”.

En el manifiesto unitario de la manifestación se planteó las consecuencias de la reforma: “Blindar el techo del déficit equivale a recortar drásticamente el gasto social público. Pasar de un déficit del 7% al 0,4 como plantean supone un recorte de 70.000 millones de euros cada año del gasto social público.”

Muchas otras movilizaciones se han sucedido por todo el Estado, enlazándose a las marchas contra los recortes, en defensa de la sanidad pública – ocupación de CAP’s en el Vallès Occidental, en Catalunya – y otras protestas que se están planteando desde diversos sectores, como el profesorado, que ya ha preparado un calendario de huelgas para el próximo curso.

La respuesta a la reforma constitucional

La reforma de la Constitución española ha provocado rápidas respuestas desde organizaciones políticas, sindicatos, y el movimiento 15-M. Estos últimos (a partir de cada asamblea de barrio o de ciudad) y por parte del reformismo y el oportunismo trotskista han apostado en bloque por la petición de un referéndum vinculante en defensa de la “democracia”, argumentando que dicha reforma supone un “golpe de estado de los mercados”.

En ese sentido, José Luis Centella, Secretario General del Partido Comunista de España (PCE), afirma en un artículo sobre el tema que “Conlleva también un grave riesgo para el mantenimiento o mejor dicho para la recuperación del Estado de bienestar”. Posteriormente concluye “Por ello nuestra reclamación de Referéndum tiene toda la contundencia de defender la democracia avanzada, participativa que confronte con quienes quieren vaciarla de contenido para facilitar el Golpe del Capital.” 

En cambio, el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) a través de la editorial de su órgano de expresión – El “Unidad y Lucha” – hace un análisis radicalmente distinto a lo acontecido, y la respuesta que debe dar la clase obrera. Sobre la reforma afirman “Que la Constitución de un país -en este caso España, junto a otros del polo imperialista europeo-, escriba, blanco sobre negro en su carta fundacional, que somete toda su economía a satisfacer a los grandes tiburones financieros antes que las necesidades de la mayoría social, es hoy la expresión más desnuda de la dictadura del capital en la cual vivimos.”

También señalan el papel del reformismo en este proceso, “El reformismo se alarma pero no combate, matiza pero no confronta.”. En cuanto a la respuesta ante el nuevo ataque de la burguesía, en la editorial el PCPE señala que solo cabe la lucha por el Socialismo: “Frente a un nuevo salto cualitativo de la opresión capitalista, lo único que se reafirma es la lucha por el Socialismo, por la destrucción total y definitiva del capitalismo. Treinta y tres años después de la Constitución del -78 la causa es la misma. Ayer con pacto, hoy sin pacto, siempre el capital contra el pueblo y contra la clase obrera. No hay conciliación posible. Derrotaremos su dictadura y estableceremos nuestro poder.”