viernes, 13 de abril de 2012

Cierra el aeropuerto de Ciudad Real: símbolo de la especulación y el derroche

Artículo de Jorge Fernández para Mundoobrero.es

AENA hacía público hace diez días un boletín de información interno a los usuarios aeronáuticos, en el que informaba del cese de actividades de la pista. Los administradores concursales han solicitado al juzgado de lo mercantil de Ciudad Real el cierre por un año de esta infraestructura. También demandan la aprobación de un segundo Expediente de Regulación de Empleo por el que se extinguirán durante un año, los puestos de trabajo de 71 empleados. Este es ya el segundo ERE al que deben enfrentarse estos trabajadores.

Este pasado Diciembre, Vueling, la única compañía que aún operaba en Ciudad Real vuelos comerciales, abandonó definitivamente sus actividades en dicho aeropuerto por falta de rentabilidad. Desde entonces todos los vuelos que llegaban a su pista eran los de aviones privados de cazadores acaudalados que usaban el aeródromo manchego para acudir a las numerosas fincas señoriales de caza que existen en la zona.

Cuando Díaz de Mera o León Triviño, principales promotores del Aeropuerto de Ciudad Real, iniciaron este megaproyecto con el apoyo incondicional de la Junta de Comunidades y todas las Administraciones Públicas, los ciudadanos imaginaron un final muy diferente. Por aquel entonces la prensa de la provincia y de toda la comunidad, en muchos casos controlada por ellos mismos, alaba sin cesar el proyecto contra viento y marea. El aeropuerto representaba el futuro de la provincia, el empleo y el crecimiento.

Si bien era el primer (y por el momento único) aeropuerto privado del Estado, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se precipitó para otorgarle la consideración de proyecto de especial interés público. Cuando la UE ordenó paralizar el proyecto por plantearse sobre una Zona de Especial Protección Ambiental todas las instituciones públicas, desde la administración municipal hasta el mismo Gobierno de España siguieron apoyando sin fisuras un aeropuerto que desde el principio estaba condenado al fracaso. Pese a ser un proyecto de titularidad privada el aeropuerto no tardaría en recibir subvenciones y colaboraciones públicas de todo tipo, incluidas las inversiones de la quebrada CCM y los créditos millonarios concedidos a la sociedad que controlaba el aeropuerto y a los socios que participaban en ella. El agujero que dejó estas operaciones en las cuentas de la Caja de ahorros de Castilla La Mancha fueron sin duda determinantes para acabar con la solvencia de la entidad hasta provocar la intervención del Banco de España.
El aeropuerto impresiona cuando lo visitas no solo por el tamaño de sus pistas (preparadas para recibir a los mayores vuelos internacionales), sino por todo lo que estaba proyectado y nunca llegó a construirse. Una pasarela que conecta con una supuesta estación de AVE que no existe, o cantidad de calles asfaltadas donde pretendía construirse un enorme polígono que diera cabida a las mercancías que nunca veremos llegar. Todo humo. Pura especulación. Quienes impulsaron el proyecto, ambos promotores urbanísticos, sí consiguieron una cosa. Durante todos los años que duró los preparativos y la construcción no dejaron de generarse expectativas que les favorecían mucho. El mercado inmobiliario creció como la espuma, impulsado no solo por la ley de suelo del gobierno Aznar, la permisibilidad de los gobiernos socialistas y el ambiente generalizado de subida de precios en el mercado inmobiliario, sino ahora también por este y otros proyectos faraónicos que ellos solos habían inventado. ¿Y a qué precio? Bueno, pues a ellos no les resultó tan caro. Al fin y al cabo la administración y la CCM cargaban con buena parte de los gastos.

Organizaciones sociales, como Ecologistas en Acción, denunciaron el proyecto reiteradamente, incluso ante la UE, logrando paralizarlo por un tiempo. En el caso de Ecologistas en Acción han pagado su activismo en contra del proyecto bastante caro. Algunos de sus miembros han sufrido acoso , amenazas y coacciones de todo tipo en una verdadera persecución política.

Otros, como el periodista Carlos Otto, fueron represaliados laboralmente. Carlos Otto trabajaba en el diario El Día propiedad de Díaz de Mera cuando a consecuencia de verter sus opiniones sobre el Aeropuerto en su blog personal fue despedido.

2 comentarios:

  1. Muy buenas. Soy el autor del artículo. Muchas gracias por publicarlo en este medio y ayudar a difundirlo. Solo una cosa, el artículo está escrito para el mundoobrero.es Como digo no tengo incoveniente alguno en que sea publicado, es más os estoy muy agradecido, pero siempre que se cite la fuente original, y se ponga el enlace. Os lo dejo adjunto. Un saludo y muchas gracias por vuestro trabajo.

    http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=1786&sec=5&aut=383

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    1. Saludos, compañero.

      Comprenderá que encontramos interesantes artículos en innumerables webs, blogs, y medios alternativos, y la mayoría de estos "rebotaron" la información de otro medio, por ello siempre añadimos el autor y nunca la fuente donde lo encontramos, puesto que no suele ser para la cual el autor publicó su obra.

      Sea como sea, como decimos ya está editado con la información que nos proporciona, y agradecemos sus palabras.

      Salud

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