Ferrol: situación desesperada. El naval sufre una sangría de despidos desde otoño, más de 1.000 trabajadores de las auxiliares se han quedado en la calle. Y la plantilla considera "una cortina de humo" los anuncios de posibles contratos lanzados desde la Xunta. En este contexto de paro y falta de futuro, 4.000 trabajadores de los astilleros ferrolanos protagonizaron esta mañana una de las protestas más contundentes de los últimos tiempos. Tomaron a la fuerza el edificio de la Xunta, llegaron a las manos con los policías, lanzaron huevos contra las oficinas de Bankia. Y prendieron fuego a las puertas del Ayuntamiento. El mediodía llegaba con empujones entre los trabajadores y los miembros del comité de empresa, hasta tal punto ha llegado la desesperación.
En los últimos días, el presidente de la Sepi ha visitado la ciudad, la Xunta ha anunciado un contrato con la petrolera Pemex que beneficiaría a la ría de Vigo... Pero los astilleros ferrolanos siguen, de momento, sin nada que llevarse a la boca. Según el presidente del comité de empresa, Ignacio Naveiras (CCOO), "en caso de que tocase algo a Ferrol de Pemex non solventaría os problemas do naval da ría, é unha fuxida cara adiante do PP, a Xunta está nerviosa polas nosas reclamacións". Pero sus palabras no satisfacen a los trabajadores, que le piden al comité una mayor contundencia en las exigencias a la Xunta y al Gobierno central.
Durante su invasión de Ferrol, los 4.000 trabajadores lanzaron huevos contra los edificios de la Xunta, Bankia y el Ayuntamiento. En la Xunta, el edificio se tomó a la fuerza, en medio de empujones entre operarios y policías, mientras se rompían los cristales de las puertas y se arrojaban petardos. En las oficinas de Bankia, continuó la lluvia de huevos bajo el siguiente lema: "Os cartos de Bankia que vaian para Navantia".
Y ante el Ayuntamiento, ya se desató el caos. Los trabajadores lanzaron más huevos y petardos contra los policías que cerraron las puertas. El presidente del comité intentó iniciar un discurso por megáfono, boicoteado continuamente por las auxiliares. Y al final, parte de los trabajadores se lanzaron contra las puertas de Ayuntamiento, rompieron los cristales y crearon una fogata. El fuego, alimentado con botellas de plástico y chaquetas, afectó a parte de la fachada. El comité intentó frenar a los operarios más combativos. Y todo acabó en un enfrentamiento entre el comité y los trabajadores. Algunos operarios forcejearon con miembros del comité, sobre todo con su presidente. Y el comité tuvo que abandonar la manifestación. A sus espaldas, los manifestantes les gritaron "fóra" y "folga xeral". Para el próximo 10 de junio se programa una gran manifestación, con el ambiente más caldeado que nunca.
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