Miles de mineros llegados en su mayoría del norte de España se manifestaron hoy en Madrid para defender las minas de carbón y denunciar los recortes de ayuda pública decididos por el gobierno, que amenaza unos 25.000 empleos, según sus cálculos.
En medio de la humareda provocada por la explosión de petardos, los mineros, sus familias, sindicatos y organizaciones llegados a bordo de decenas de autocares, desfilaron por la principal vía madrileña en dirección al ministerio de Industria. "Por el futuro del carbón español y el renacimiento de las ciudades mineras", proclamaba una gran pancarta al frente del cortejo. Cabe destacar la presencia combativa de un bloque de los CUO en la misma.
Los mineros españoles, unos 8.000, hicieron cuatro días de huelga la semana pasada para defender el futuro de las minas de carbón, en declive desde hace dos décadas y cuya supervivencia está amenazada, según los sindicatos, por la reducción de las ayudas en este periodo de crisis.
Unos 25.000 empleos directos e indirectos se encuentran amenazados, según los sindicatos, sobre todo en las regiones mineras del norte, donde pueblos enteros viven de esta actividad.
"Si se pierde la minería se pierde todo, los comercios, los trabajos, todo. La juventud ya está en el paro y si ahora van también los padres se rompe toda la familia, no tienen de qué vivir", advierte Susana Bermúdez, de 43 años, esposa de minero, y que trabaja para una empresa de limpieza subcontratada en el pozo San Nicolás, en Mieres.
Varios detenidos
Dos personas han sido detenidas y diversos manifestantes han sufrido contusiones como consecuencia de los enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía Nacional, entre ellos dos periodistas.
Según UGT, las detenciones realizadas por la Policía Nacional se elevan a tres y se han producido "sin motivo". El secretario de Minería de FIATG-UGT en Castilla y León, José Manuel Álvarez, explicó a EFE que estas detenciones han sido injustificadas y que él mismo ha presenciado como la Policía detenía y esposaba a un manifestante "que simplemente estaba paseando".
Según la Policía, han participado en la protesta unas 5.000 personas llegadas en unos cien autobuses, unas cifras que los sindicatos convocantes elevan a 10.000 personas.
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