/Pravda Estado español
En gran medida, se repite la misma historia que hace un mes. Los conservadores de Nueva Democracia (ND) han ganado las elecciones generales celebradas este domingo en el país heleno con un 29,66% de votos, lo que significa un aumento del 10,81% respecto a las elecciones de mayo. A pesar de la victoria, y de los importantes 50 escaños 'bonus', vuelven a depender de pactos postelectorales para formar un gobierno de unidad, como ya ocurrió en las anteriores elecciones.
Por su parte, los reformistas de Syriza ven afianzada su posición de principal partido de oposición del sistema, con un 26,89% (aproximadamente un 10% más que en mayo), sustituyendo -en más de un sentido- al PASOK, que sigue perdiendo fuerza: de un 43,92% en 2009, al 13,18% en mayo, quedándose actualmente tan solo en 12,28%.
Los socialdemócratas de Dimar -supuestamente antimemorándum- y los neonazis de Amanecer Dorado, a grandes rasgos mantienen los resultados que obtuvieron hace un mes, con un 6,25% (mayo: 6,11%) y un 6,92% (mayo: 6,97%) respectivamente. En cambio, Griegos Independientes y el Partido Comunista ven reducidos sus apoyos en varios puntos: los conservadores obtienen un 7,51%, es decir un 3,10% menos, y el KKE pasa del 8,48% de mayo, a un 4,51%.
Aleka Papariga, Secretaria General del KKE, en una primera valoración de las elecciones señaló: "Se ha confirmado lo que habíamos dicho desde el 7 de mayo que la batalla electoral sería la más difícil, la batalla electoral más compleja de los últimos 40 años para el KKE. Sabíamos los inmensos obstáculos que el partido tendría que confrontar, mucho más grandes en comparación con los que hemos pasado hasta el 6 de mayo, es decir, los dilemas de los nuevos dos polos, de la ND y de SYRIZA. Ambos han luchado por el resultado electoral, uno utilizando la intimidación y el otro a través de las ilusiones."
A nivel extraparlamentario también ha habido una fuerte bajada en votos, como puede evidenciarse en la organización Los Verdes, que en las dos últimas elecciones se quedó a las puertas de entrar al Parlamento griego (2,93% en mayo, 2,53% en 2009) pero tan solo ha obtenido un 0,88% en junio. Los ultranacionalistas de LAOS también han perdido las pocas fuerzas que mantuvieron el mes pasado: de un 5,63% en 2009, al 2,90% de mayo, al 1,58% actual.
La tendencia de voto evidencia una reducción general de apoyos a los pequeños partidos (parlamentarios y extra-parlamentarios) para reforzar al nuevo bipartidismo ND-SYRIZA. A pesar de todos los esfuerzos, propaganda diaria, y amenazas al pueblo griego, la burguesía helena y la troika no han sido capaces de garantizar -en un primer momento- un gobierno estable tras las nuevas elecciones.
Mientras se conocían los resultados de las elecciones al Parlamento griego, los diversos partidos ya se pronunciaban sobre la posibilidad de un gobierno de unidad, con un guión muy similar al de hace un mes: Nueva Democracia propone formarlo rápidamente, esperando un gesto por parte del PASOK, que sería suficiente apoyo para alcanzar la mayoría. Sin embargo, fuentes del Pasok han rechazado la posibilidad de participar en ese posible gobierno de coalición con Nueva Democracia, a no ser que Syriza entre también en ese Ejecutivo de concentración.
Pero como era de esperar, Alexis Tsipras ha rechazado formar un gobierno de unidad nacional: «He llamado a Samaras para felicitarle [...] nosotros participaremos como oposición, representamos a la mayoría del pueblo contra el memorando». Los socialdemócratas de Dimar están llamados a ser el partido bisagra para formar el gobierno de unidad.
Si vuelven a fallar las negociaciones se tendrían que convocar nuevas elecciones en el país, aunque esta vez es más probable un gobierno de unidad ND-PASOK-Dimar que provocar tensiones en el seno de la Unión Europea (y el euro) en un momento clave de su historia.
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