Tres mineros han sido detenidos esta mañana y acusados de desórdenes públicos por colocar una barricada a la entrada de los túneles de El Padrún, en la autopista A-66 a la altura de Olloniego, corte en el que uno de los detenidos resultó herido de gravedad tras recibir una paliza por parte de la Guardia Civil.
Además de este corte de carretera, los trabajadores de la minería han montado barricadas y cortado la carretera N-634 (Irún-Santiago) a la altura del kilómetro 443, en La Rodriga. La AS-242, ha quedado cortada esta mañana entre los kilómetros 12 y 15m, en las inmediaciones de Olloniego (Oviedo), en Cornellana, y la AS-15, en el punto kilométrico 2.100, cerca de La Doriga.
Las barricadas, colocadas en protesta por los recortes de ayudas a la minería del carbón provocaron el corte de la vía en los dos sentidos durante más de una hora y retenciones kilométricas de vehículos entre Oviedo y Mieres. La A-66 es principal vía de comunicación entre Asturias y León.
Testigos presenciales señalaron de que momentos antes habían instalado una barricada junto a la entrada sur de los túneles de El Padrún, al igual que hizo otro piquete en la entrada norte, la más cercana a Oviedo.
En este último caso, los neumáticos ardiendo fueron introducidos dentro del túnel, que tiene una longitud de más de un kilómetro. El humo tuvo que ser evacuado del interior por la otra boca, la más cercana a Mieres, a través de los ventiladores instalados en la parte superior del túnel, lo que provocó una densa columna.
Uno de los detenidos, según la Delegación del Gobierno, "cayó al suelo" produciéndose fractura de los huesos de la nariz, lesiones de la que fue atendido en el Hospital Universitario Central de Asturias. En cambio, fuentes sindicales señalan que esas heridas no se las produjo en una caída, sino que fue golpeado por miembros de la Guardia Civil.
En libertad los cinco detenidos en el Pozo Santiago
Los cinco detenidos durante el enfrentamiento que, el pasado viernes, mantuvieron en las inmediaciones del pozo Santiago (Aller) mineros y antidisturbios quedaron ayer en libertad con cargos tras prestar declaración en los juzgados de Pola de Lena. Se les imputa dos delitos, uno de desorden público y otro de atentado contra la autoridad. Los cinco afirmaron que participaron en las movilizaciones, pero que en ningún momento intervinieron en el violento choque con las fuerzas del orden. Según uno de los abogados de la defensa, se definieron como «meros espectadores».
Centenares de personas se desplazaron a la Pola para arropar a los acusados, defendiendo en todo momento su inocencia. La comparecencia en los detenidos en los juzgados de Lena, tras pasar dos noches en los calabozos, se desarrolló en un marcado clima de tensión. Centenares de amigos y vecinos, la mayoría llegados desde el concejo de Aller, se dieron cita en la Pola. En todo momento defendieron con vehemencia que los acusados no son culpables de los hechos que les imputan. Cuando llegaron a los juzgados, las fuerzas del orden tuvieron que abrir un pasillo para poder acceder a las instalación. En un momento dado, se amenazó incluso con suspender la comparecencia.
Los cinco detenidos permanecieron durante más de cuatro horas en los juzgados mientras en el exterior crecía la tensión. De los implicados, solamente hay un minero. Los otros cuatro son un jubilado, un estudiante, un trabajador del metal y un funcionario. Uno de los acusados afirmó que fue detenido por la Guardia Civil cuando regresaba a casa.
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