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Grecia quedó paralizada hoy durante la huelga general convocada por las principales confederaciones sindicales contra los nuevos recortes que el Gobierno de Andonis Samarás anunciará en los próximos días.
El seguimiento fue masivo según la confederación GSEE, la principal unión de trabajadores del sector privado, ya que pararon el 100 % de empleados de astilleros, transporte marítimo y refinerías; el 90 % de los portuarios y de la construcción, el 85 % de la industria metalúrgica y el 80 % de trabajadores de hostelería, comercio, bancos y empresas públicas.
"Los planes de rescate han incrementado el número de desempleados hasta el 25 %, eso según cifras oficiales, porque en realidad la tasa es del 32 %. En esta situación crítica para su futuro, en vez de hombres políticos, Grecia tiene enanos políticos", denunció el secretario general de GSEE, Nikos Kiutsukis, en declaraciones a Efe.
Por primera vez, la huelga general fue también secundada por el pequeño comercio, que cerró hasta las 12.00 GMT para criticar que los recortes salariales y el incremento de impuestos han reducido drásticamente el consumo.
"El volumen de negocios de la pequeña empresa, especialmente de comercio y de producción, se ha reducido un 405 % en dos años", denunció Yorgos Kavvazas, presidente de la Confederación Nacional de Pequeños Empresarios (GSEVE).
"Unas 160.000 empresas se han declarado en bancarrota en estos dos años. Con las nuevas medidas, otras 120.000 pequeñas empresas cerrarán, provocando la perdida de 200.000 puestos de trabajo", añadió.
Las nuevas medidas de ahorro comprenden unos 11.500 millones de euros en recortes presupuestarios y otros 2.000 millones en nuevas recaudaciones, según un acuerdo alcanzado por Samarás y su ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras.
El paquete de medidas pactado debe aún recibir el visto bueno de los restantes socios de Gobierno y ser presentado al Parlamento antes de la próxima reunión del Eurogrupo, el 8 de octubre.
Algunas de las profesiones públicas que verán sus sueldos más recortados son los profesores de universidad, los médicos, los jueces y las fuerzas de seguridad, entre otros.
"En los dos últimos años, nuestro salario ha sido reducido un 40 %. Además, se están cerrando hospitales para reducir el déficit, pero a costa de la salud pública. El porcentaje del PIB que se dedica a Sanidad ha bajado del 1,6 % al 0,6 % en dos años", lamentó el médico Kostas Livados.
"Tenemos que seguir luchando contra esta plutocracia porque están rescatando a los bancos mientras nada se hace por la gente", afirmó Kostas Papadópulos, un joven científico de la Universidad Politécnica.
La manifestación convocada por los sindicatos en Atenas fue multitudinaria y en ella participaron decenas de miles de personas -35.000 según la Policía- coreando eslóganes contra el Gobierno y contra la troika (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional), que exige los nuevos recortes.
La GSEE y el sindicato de funcionarios ADEDY, los organizadores de la huelga, prometieron "continuar y aumentar la lucha".
La manifestación fue pacífica hasta que unos pocos encapuchados lanzaron objetos y cócteles incendiarios a un destacamento de policías antidisturbios, provocando la intervención de los agentes.
Los antidisturbios cargaron contra los manifestantes que quedaban en la plaza, obligando a abandonarla a los que protestaban pacíficamente, y los enfrentamientos entre pequeños grupos de encapuchados y la Policía continuaron durante horas en varias zonas del centro de Atenas.
Según informó la Policía a Efe, 105 personas fueron detenidas, aunque la mayoría fueron liberados posteriormente, salvo 21 contra las que se presentarán cargos.
Tres manifestantes fueron trasladados a hospitales y ocho policías resultaron heridos en los enfrentamientos.
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