jueves, 29 de noviembre de 2012

Aún no es el día de Palestina

Alejandro García, de la Comisión Antiimperialista del CC de CJC, para TintaRoja.es

Hoy, 29 de noviembre, se cumple una vez más el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, fijado por la Asamblea de las Naciones Unidas en 1977 (resolución 32/40), haciéndolo coincidir con la aprobación, 30 años antes, de la polémica resolución 181(II) sobre la partición de Palestina en dos Estados –aunque en la práctica solo se llegó a crear el Israelí, cumpliendo el sueño sionista–. Diversas organizaciones, entidades, u organismos tales como la División de las Naciones Unidas por los Derechos Palestinos (UNDPR, en sus siglas en inglés) aprovechan este día para poner el foco de atención sobre la cuestión palestina. 

Este año, en cambio, la conmemoración del Día Internacional pasa de ser un mero formalismo a una jornada histórica. Tras 65 largos años desde la partición, en la Asamblea General de la ONU se votará si se reconoce a Palestina como Estado observador (no miembro), el mismo estatus del que goza el Vaticano en la organización internacional.

Dicha votación se realizará en base a una resolución que hace hincapié en "la urgente necesidad de retomar y acelerar las negociaciones", y de la misma forma, en “un arreglo pacífico en Medio Oriente que ponga fin a la ocupación iniciada en 1967 y que realice la idea de dos Estados; un Estado palestino independiente, soberano, democrático, contiguo y viable, que viva al lado de Israel en paz y seguridad, sobre la base de las fronteras de antes de 1967”. 

Como muchos ya sabrán, a diferencia del antidemocrático Consejo de Seguridad, en la Asamblea General no hay derecho a veto, por lo que Palestina tiene prácticamente asegurada la victoria en la votación: calculan que tendrán el respaldo de prácticamente todos los países de América Latina, el Caribe, África, y Asia, y más de la mitad de los 27 integrantes de la Unión Europea, entre ellos el Estado español.

Lamentablemente la victoria se quedará en el plano diplomático internacional, en un mero símbolo que celebrarán con inocencia en Gaza y Cisjordania, puesto que la realidad del conflicto está lejos de alcanzar una solución dialogada. Hace escasos días vimos una prueba evidente de ello, con la nueva ofensiva criminal israelí contra Gaza (“Operación Pilar Defensivo”), en la cual fueron asesinados 175 palestinos, más de 1.300 resultaron heridos, además de todos los daños psicológicos o materiales causados: viviendas, escuelas, granjas… por valor de 300 millones de dólares, como poco [1]. A pesar de alcanzar un alto al fuego tras 8 fatídicos días, Israel continúa impunemente sus crímenes contra el pueblo palestino: más de medio centenar de detenidos en Cisjordania [2], un muerto y varios heridos de bala en la frontera con la Franja de Gaza [3], dos heridos de bala en Rafah [4], cinco heridos y nueve detenidos cerca del campo de refugiados de Al-Bureij [5]… 

Estos casos son solo una pequeña muestra de las continuas provocaciones de los sionistas, más allá de las violaciones de derechos humanos que llevan causando en suelo palestino desde hace décadas. Y por si fuera poco, en las próximas elecciones al parlamento israelí (Knéset), todo indica que la facción más ultranacionalista y radical-sionista saldrá reforzada: es el caso de la coalición Likud-Beitenu [6], el Shomrei Sfarad (Shas), la coalición de Unión Nacional y Hogar Judío, o Israel Fuerte. 

Y aunque el panorama político palestino tampoco es muy halagüeño –la incapacidad de forjar unidad efectiva, la moderación de Hamás y su viraje hacia las monarquías árabes…– bien podemos celebrar que la Resistencia Palestina, compuesta principalmente por Hamás, la Yihad Islámica, los Comités de Resistencia Popular, los Mártires de Al-Aqsa, y los camaradas del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), dieron una respuesta contundente a la ofensiva israelí, sorprendiendo a éstos por su capacidad y potencia, a pesar de las evidentes limitaciones que padecen. 

Una prueba de ello es que fueron lanzados al menos 1.500 cohetes [7] (Fajr-5, Qassam…) hacia Israel durante la guerra de 8 días, alcanzando algunos de ellos objetivos de largo alcance, como Tel Aviv [8] o Al Quds –no es baladí, hay que retroceder dos décadas para recordar un cohete en la zona de Gush Dan, y provenían de Irak, no de Palestina–, obligando al Ejército a movilizar su famosa Cúpula de Hierro. Éste sistema antimisiles logró interceptar en total alrededor de 400 cohetes, poniendo en tela de juicio su eficacia, además del coste que supone al Estado: 50 millones de dólares por batería, y 90.000$ por misil. 

Sea como sea, el Ejército Israelí ha mostrado su preocupación por el aumento del poderío militar de la Resistencia Palestina, y aunque ésta de momento no inflija graves daños, supone un duro revés a la estrategia sionista y logra mantener la moral del pueblo palestino. 

Para entender éste hecho, citaré por su interés –a pesar de las evidentes diferencias que podemos mantener hacia él y su organización– a Sayyed Hasan Nasrallah, Secretario General de Hezbolá: 

Netanyahu no se planteó objetivos elevados en esta guerra. Más bien fijó objetivos de bajo nivel, de tal forma que pudiera alcanzarlos y anunciar su victoria, pero ni siquiera pudo alcanzar estos últimos […] el primer objetivo era aniquilar o desbaratar al liderazgo de la resistencia palestina, pero fracasó a este respecto. El segundo objetivo era destruir el stock de misiles de la resistencia. También falló en esto. El tercer objetivo era reforzar el poder de disuasión de Israel. Sin embargo, esta guerra ha debilitado aún más dicho poder”. Posteriormente, agrega: “la primera victoria de la resistencia fue que impidió que el enemigo alcanzara sus objetivos. La segunda victoria fue que no dejó que el enemigo impusiera sus condiciones, y la mayor victoria fue que logró imponer sus propias condiciones”. [9] 

Así pues, y volviendo al tema inicial que nos ocupa, éste 29 de noviembre podemos celebrar sosegadamente la inclusión de Palestina como Estado Observador de la ONU, así como el Día Internacional de Solidaridad con Palestina, pero lamentablemente no ha llegado aún el día del pueblo palestino, hoy no es su día, no el de la celebración, pues ese día solo será cuando el imperialismo sea definitivamente derrotado en Gaza, en Cisjordania y en todos los territorios palestinos. Es lamentable, pero hay que recordar que el día de hoy no se solucionará nada, e incluso podemos esperar alguna respuesta airada por parte de los EEUU e Israel. 

Éste es un conflicto sumamente complejo de largo recorrido, que nos recuerda, una vez más y no nos cansaremos de repetirlo, la necesidad de la construcción de un Frente Mundial Antiimperialista, que coordine y articule una firme respuesta a nivel internacional contra el imperialismo, en defensa de la humanidad, por la paz, y el Socialismo. 


Notas:

[1] “Las bombas de Israel dejan en Gaza un agujero de 300 millones”, RT, 25/11/12

[2] “Gaza intenta recuperar la normalidad…”, RTVE, 22/11/12

[3] “La tierra en disputa se ensangrienta”, El País, 23/11/12

[4] “Israel viola nuevamente la tregua establecida con palestinos”, HispanTV, 27/11/12

[5] “Fuerzas israelíes hieren a 5 palestinos”, HispanTV, 28/11/12

[6] “El Likud de Netanyahu gira hacia el ultranacionalismo”, ABC, 27/11/12

[7] “Israel under fire”, Ministerio Israelí de Asuntos Exteriores, 22/11/12

[8] “IDF pummels Gaza […] after rockets encroach on Tel Aviv”, Times of Israel, 15/11/12

[9] “Sayyed Nasralá felicita a los palestinos…” Al-Manar, 24/11/12

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